Detrás de la flamante convergencia periodística

CONVERGENCIA

Por: Wilmarie Mena Santiago

Alguna vez escuché al editor de un periódico decir: “Cuando comencé como periodista, esto de las computadoras no existía, no tenía la dicha de escribir, editar, reeditar y plasmar imágenes en un mismo programa, por eso, si mi jefe corregía errores en el escrito debía comenzar de nuevo en lápiz y papel”.

Así como escuché a ese profesional que vociferaba las ventajas de la computadora y también internet, la tecnología y el mundo multimedial que avecina desde décadas a los periodistas forjan mitos sobre sus luces y sombras que muy bien expone el profesor de periodismo José Alberto García Avilés, en su ensayo “Desmitificando la convergencia periodística”.

¿Cuál es la aportación de la tecnología digital en las tareas de la profesión periodística? ¿Facilita verdaderamente la convergencia el trabajo de los periodistas? ¿Buscan ciertamente las empresas de comunicación converger con otros medios para ganar en calidad y otros aspectos? Todas esas interrogantes son las que el autor persigue aclarar que en ocasiones permanecen como el “detrás de la flamante convergencia”.

Aparte de la llegada de los ordenadores en 1990 y el internet, una nueva tendencia hoy conocida como convergencia, según explica García Avilés, “transformaría radicalmente la forma de elaborar y distribuir los contenidos”.

Esa modalidad crea dos vertientes de opinión, una, que la convergencia y la polivalencia-la capacidad de un periodista a ejecutar múltiples funciones y cubrir temas para todos los soportes web, medio impreso, radio y TV-generaría informaciones de mayor calidad y, por otro lado, los que piensan que pueden conducir a un periodismo de más bajo calibre.

¿Cuál es la aportación de la tecnología digital en las tareas de la profesión periodística?

¿Facilita verdaderamente la convergencia el trabajo de los periodistas?

La tecnología ha propiciado nuevas formas de producir información periodística. Tradicionalmente, una asignación era dividida en varios departamentos de un periódico o empresa de comunicación. Actualmente, ese panorama desde hace varios años, ha tomado un nuevo giro.

Ya un periodista no está designado escuetamente a la mera redacción de la nota, sino que los avances tecnológicos han contribuído a alargar la lista de tareas de quienes ejercen la profesión. Como explica el profesor en su escrito, “hace diez años las tareas estaban separadas; redacción, grabación, fotografía, edición, grafismo, diseño y publicación en la web”.

La reducción en tamaño de los equipos y la pluralidad de funciones que nos permiten realizar los celulares, también son factores que permiten al profesional obtener datos hasta en espacios limitados y en los que no son convenientes evidenciarse con un gran equipo de producción.

Los ordenadores con sus programas, el internet, los avances con los teléfonos celulares y otros equipos electrónicos permiten que los medios impresos, audiovisuales y digitales se unan para la producción de contenido y sus redacciones.

Bien señala el redactor de “Desmitificando la convergencia periodística”, que para los periodistas, la convergencia conlleva una especie de pluriempleo. Especificó que precisamente los que prefieren las empresas son aquellos capaces de utilizar la computadora, la cámara de video y el micrófono, además del papel y el bolígrafo.

Como suele suceder, en ocasiones solo conocemos un aspecto de una tendencia. Pero, detrás de la flamante convergencia periodística, se han creado unas ideas erróneas. Por eso el autor quiere desmitificarlas.

Aquí, una idea que distorsiona la realidad: “La convergencia facilitará el trabajo de los periodistas, porque les brinda mayor control sobre el medio y la flexibilidad en su dedicación”. La manera en que el escritor deconstruye ese mito radica en que la convergencia trae enormes dolores de cabeza a los periodistas, porque ven cómo se alarga su jornada sin apenas incrementarse la retribución económica.

En cuanto a la ideología que se forjó sobre la pluralidad de tareas, figura que el periodista multitarea será una suerte de hombre o mujer orquesta, capaz de realizar todas las funciones que se integran en la redacción. El autor la contextualiza en la manera en que el periodista multitarea ahora es responsable por las funciones en que antes varias personas cumplían, pues ahora una persona tiene que hacerlo todo.

¿Buscan las empresas de comunicación converger en su redacción con otros medios para ganar en calidad y otros aspectos?

La convergencia multimediática, según el autor, debe ser diferenciada en dos aspectos. Por una parte, conseguir que varias redacciones colaboren en la producción de contenidos y compartan recursos, y, por otra, lograr que culturas periodísticas muy distintas trabajen conjuntamente.

El precedente de esta unificación ha surgido entre las redacciones del periódico impreso y el digital. Las empresas de comunicación (Financial Times, New York Times, USA TODAY) que han optado por esta convergencia, reflejan como objetivo “valorar el mismo nivel de los periodistas del periódico de papel y digital”, “ganar en calidad y operatividad” y “crear una sola empresa informativa de 24 horas”.

Aunque la implantación de esa fusión redaccional “cumplía con la alimentación de unas metas”, ese no fue el caso para el Orlando Sentinel que trajo el despido de 33 periodistas y del Chicago Tribune de 28, con la justificación de “optimizar sus recursos”.

Uno de los postulados que se genera en torno a esto es que “la convergencia no está encaminada a reducir costes, sino a mejorar la calidad del periodismo”. El profesor expresa en su ensayo que “el transfondo en muchos mercados es una pura estrategia de ahorro de costes”.

Otro mito que comprende esa temática es que “el periodismo convergente permite generar todo tipo de sinergias entre los medios y aprovechar los recursos”, lo desmitifica y expone que “las sinergias a menudo son mecanismos encubiertos para reducir personal”.

El gran reto sería que los medios que tradicionalmente se ven con un formato, estilo, rutinas y valores periodísticos muy distintos, se puedan unificar. Una alternativa que comenta el autor es que los pilares de cada empresa evalúen mecanismos para que los profesionales de los diversos medios dialoguen y establezcan estrategias para producir y distribuir información conjuntamente. Por lo que pretender que cada medio se mantenga aislado, como si la competencia y las necesidades del público fueran iguales a las de una década, es imposible.

En ese particular, la idea que distorsiona la realidad establece que “la única opción es converger o morir; estamos al ante el fin del periodista mono-media”. La verdad de ese mito es que en intentos de convergencias se ha fracasado, específicamente cuando los periodistas de prensa hacen televisión. Igualmente cuando los de televisión hacen web.

Ciertamente aquel editor que decía a cuatro vientos que la computadora y la tecnología facilitaron su trabajo como periodista, hoy día agrandan la lista de tareas, pues deberá revisar toda imagen, video y escrito que pasa por su mano. Ya no solo consta decir que el periodista ha visto un incremento en sus tareas si no que todos los que están en la dirección también lo presenciarán.

Los pilares de las empresas de comunicación también les tocará decidir para la reinvención de su compañía de forma cautelosa y evaluando detrás de la flamante convergencia periodística, pero solo como dice José Alberto García Avilés, únicamente se puede llegar a la reinvención del periodismo a través de los propios periodistas.

El planteamiento que subyace en la convergencia multimedia no es solo tecnológico ni gerencial, sino profesional”, concluye.

Wilmarie Mena Santiago
Author: Wilmarie Mena SantiagoEx alumna del Departamento de Comunicación Tele-Radial de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo | wilmarie.mena@upr.edu

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