El oficio más antiguo de la historia

 

put
(Foto suministrada).

Por: Yuanilie Alvarado (yuanilie.alvarado@upr.edu)

La prostitución se considera uno de los oficios más antiguos de la historia. Desde siempre han existido personas que venden sus cuerpos a cambio de una recompensa metálica y las razones para incursionar en este mundo siempre me han interesado. Ante esta incógnita, me dí a la tarea de acercarme al mundo de la prostitución. Por medio de un contacto, logré entrevistar a Andrea (nombre ficticio), una prostituta que comenzó a laborar como ramera en un pueblo al norte de la Isla hace aproximadamente una década. Esta es la historia de Andrea, quien a pesar de querer renunciar a este trabajo, considera que jamás podría conseguir otro empleo que pueda pagarle lo que se gana en la calle.

Legalizar la Prostitución: Pro y Contras

Algunos consideran que legalizar la prostitución es la solución al problema económico, o que podría ser un motor para levantar la crisis que afronta el país. Como mencionamos anteriormente, la prostitución es uno de los oficios más antiguos que ha existido en el mundo y se define como la ocupación de tener relaciones sexuales a cambio de dinero. Al día de hoy existe el debate entorno a si debe o no ser legalizada la prostitución, aunque un factor determinante de este debate recae también la moralidad de las personas y cómo influye este campo «profesional» en nuestra sociedad ya sea en lo económico, social o en la salud humana.

La historia de Andrea parece ser condicionada a una herencia de prostitución en su familia, pues su progenitora, también ejercía esta labor y fue quien la introdujo en este menester.

«Mi madre se prostituía en mi casa, yo podía ver como hombres entraban a todas horas del día y luego, no los volvía a ver. Ella nos explicaba que eran amigos que venían a visitar. Cuando me convertí en adolescente, mi madre me sentó en la mesa del comedor- me acuerdo como ayer- para explicarme cuál realmente era su profesión. No podía creer lo que me estaba contando. Al final me propuso trabajar con ella en el campo de la prostitución, ya que éramos pobres y ella sola no podía mantenernos. Aturdida ante esta noticia, me fui corriendo a mi cuarto. Al día siguiente tomé la peor decisión de mi vida, pero todo por ayudar a mi madre».

A diferencia de otras mujeres que dedican sus vidas a este oficio y dicen estar satisfechas o contentas con esta labor, sobre todo por cuestiones económicas, para Andrea la realidad es diferente.

 “No le deseo esta vida ni a mi peor enemiga. Llevo 9 años siendo prostituta y me gustaría dejarlo, pero ningún trabajo de oficina o cualquier otro me dará el dinero que yo gano en una noche en las calles; mi familia es primero.

 Tarifas

La cantidad de servicios que ofrecen estas trabajadoras sexuales es tan variada como la preferencia de cada cliente. Aunque Andrea confiesa que sus clientes pertenecen a diferentes estratos sociales, desde personas de clases bajas, hasta alcaldes- mantiene una lista de precios fijos que cobra por cada favor sexual o por la cantidad de tiempo que el cliente quiera compartir con ella.

«Puedo ganarme en una noche normal 250 dólares, pero en fines de semana, sube a unos 500 a 1,000 dólares, dependiendo de cómo quiera el cliente, si anal o sexo oral, vibradores… He sido golpeada, me han robado, tirado del carro mientras estaba en movimiento. En otras ocasiones no me han querido pagar después que les doy el servicio. Lo más difícil de este trabajo es cuando tienes que estar con un viejo asqueroso a quien se le están cayendo los cantos y soportar que te esté tocando, mientras estás ahí, sin sentir nada. Cuando se acaba el día que tengo que acostarme a dormir me siento como mierda, que no sirvo, pero todo eso se va cuando veo a mi hijas con ropa nueva y comida sobre la mesa».

Al igual que Andrea, existen otras miles de mujeres y hombres en el mundo que toman la misma decisión de prostituirse para poder sustentar a sus familias y darles un mejor porvenir, ya que para ellos, su gobierno no les ayuda.

De acuerdo a la División de Drogas de Puerto Rico, los casos de prostitución se producen por las siguientes razones: 35% por problemas económicos, 14% por conflictos matrimoniales, 9% por cuestiones familiares, 7% son madres solteras, 6% por la drogodependencia, 4% por inducción, 4% por coacción y, un 8% por otras razones. El estado civil de los clientes es otro factor interesante. Un 20% son solteros, mientras que un 10% están separados o divorciados y, un 60%, es decir, la mayoría, están casados. En cuanto al estátus social: un 8% pertenece a la clase alta, 20% es de clase baja, 20% de clase media-alta y, un 52% a la media-baja.

Es impactante ver cómo los problemas económicos se consideran la principal causa de que estas personas vendan su cuerpo en la calle a cambio de dinero.

Las consecuencias más obvias de la prostitución son las enfermedades venéreas, tales como sida, clamidia, herpes vaginal, gonorrea, entre otros. También es común que estas trabajadoras sexuales como Andrea, afronten patrones destructivas como la drogadicción y el alcoholismo. Asimismo, muchas prostitutas revelan cómo sufren de debilidad mental, hostigamiento físico y emocional, rechazo social, infracción a la ley, embarazos no deseados y familias desintegradas.

Prostitución en el mundo

En países como Holanda, Alemania, Suiza y España, la prostitución es legal o controlado, ya que el estado por lo general, provee  servicios médicos y subsidios de viviendas para estas trabajadoras. Al legalizarse este oficio, el estado les provee un plan médico que ellas pueden pagar y cuidado médico. Por ejemplo, en Alemania la legalización de la prostitución ha sido una experiencia positiva para la economía del país, ya que lo costos sociales han bajado y las prostitutas pagan sus impuestos, como se hace en cualquier otro trabajo. También es permitido anunciar los servicios en los medios de comunicación. Existen hoteles y burdeles donde ellas promocionan y proveen sus servicios en un ambiente de mayor seguridad y donde reciben estudios médicos semanalmente para evitar las enfermedades.

En la ciudad de México, por otra parte, hay unas 200 mil mujeres y hombres que sirven sexualmente a 4.5 millones de clientes. En el norte de Europa (Holanda y Alemania) la prostitución es un oficio regulado en el que sus trabajadores y trabajadoras pagan sus impuestos y no arrastran una imagen social tan degradada. Sin embargo, en otros países europeos, como Suecia, se ha optado por permitir la prostitución penalizada al consumo, es decir, a los clientes. Las prostitutas árabes llevan una túnica blanca para indicar que son viudas y en Estados Unidos tampoco puede excluirse de esta lista, pues existe mucha prostitución, sobre todo en estados como Las Vegas.

Mujeres rechazan la legalización de la prostitución

Según una noticia publicada recientemente en el periódico español «Sociedad”,  se muestra cómo cerca de 40 organizaciones de mujeres de varias comunidades autónomas han elaborado una manifestación para expresar su rechazo a la propuesta de legalizar la prostitución que plantean algunos partidos en las próximas elecciones municipales y autonómicas. “Ninguna mujer nace para ser puta” es el título del texto que ha sido firmado por candidatos de la Presidencia de la Comunidad de Madrid.

“Las nuevas medidas impulsadas por partidos políticos empeoraran las condiciones de vida de las prostitutas, fomentarán la industria del sexo y contribuirán a mercantilizar aún más los cuerpos de las mujeres”, añadieron.

Prostitución en Puerto Rico

Ante este panorama de la prostitución en el mundo, merece la pena estudiar de cerca la situación en nuestra Isla. El tema en Puerto Rico se presenta casi siempre como consecuencia de una desorganización familiar, falta de vivienda, problemas matrimoniales o pobreza.

Un reportaje publicado por una fuente llamada «Primera Plana»muestra visuales sobre cómo es la prostitución en áreas como Santurce. El terapista sexual Agustín Rivera Giménez expresó lo siguiente acerca de este tema:

«Son muchas las razones que puede llevar a un individuo a buscar sexo por medio de una prostituta, como por ejemplo, en el caso de los hombres casados, para tener una fantasía que no quiera realizar con su compañera, o su esposa. Otras razones se relacionan con personas que están buscando nuevas experiencias. La mayoría de las prostitutas que entran en este oficio, ya están contaminadas con VIH y son usuarias de drogas y por ser usuarias, no pueden contemplar un trabajo regular, por lo que se ven obligadas a seguir esta práctica, esta vida.»

El gobierno ha creado una ley para «tratar» de controlar la prostitución en la Isla, que se resume de la siguiente manera:

«Toda persona que sostuviere, aceptare, ofreciere o solicitare sostener relaciones sexuales con otra por dinero o estipendio, remuneración o cualquier forma de pago, será sancionada con pena de reclusión, por un término no mayor de noventa (90) días o pena de multa no menor de 1,000 dólares ni mayor de dos mil (2,000) dólares en primera convicción, y en subsiguientes convicciones con pena de multa no menor de dos mil (2,000) dólares ni mayor de cinco mil (5,000) dólares o pena de reclusión por un término no mayor de seis (6) meses», según el Código Penal de Puerto Rico, Artículo 107-A.-Prostitución, Lexis.

Hace dos años, en una noticia publicada por Primera Hora, se presenta la postura  del senador del Partido Popular Democrático (PPD) y ex superintendente de la policía del país sobre este tema: La prostitución debe evaluarse en todos sus lados. No debemos retar la noción de la prostitución y con esa negación entender como sociedad, que eso no existe en Puerto Rico”, expresó.

 El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, rechaza la legalización de la prostitución y ha expresado que para él quizás sea el más grave menosprecio a una mujer en el caso de la prostitución femenina.

A pesar de poder tratarse de una medida que mejoraría la economía y también aseguraría mejores condiciones laborales para las prostitutas, no podemos ignorar otros factores psicológicos por las que estas mujeres están sometidas. Se trata de personas que también sufren rechazo, sufren por sus familias, sufren por cuestiones económicas o presiones externas, y esta es también la realidad que nos contó Andrea.

 “Tengo dos hijas y ellas no saben cómo me gano la vida y jamás lo sabrán. No quiero que pasen por lo mismo que yo. Quiero que sean mujeres de bien y que aporten algo a este país. Estoy de acuerdo con la legalización de la prostitución; a lo mejor podremos sentirnos más seguras dentro de un hotel con tratamientos médicos y estoy dispuesta a pagar mis impuestos como cualquier otro trabajador si eso llegara a implementarse.”

 

Enlaces relacionados:

En la compleja mente de un escort boricua (El Nuevo Día)

Diario de una prostituta [youtube url=»video_url» width=»560″ height=»315″]

Yuanilie Alvarado Gonzalez
Author: Yuanilie Alvarado GonzálezEstudiante de Comunicación (yuanilie.alvarado@upr.edu)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *