Por: Lidiammari Rivera (lidiammari.rivera@upr.edu)
Caminar y conocer las calles de nuestros pueblos debe ser una práctica que realicemos más a menudo.
Una tarde en busca del aire fresco de mi pueblo, me senté en una banca de la plaza pública. Buscaba lo que en un día me era familiar. Encontré un mundo lleno de modernismo del cual ya no me siento parte. Sus pequeñas aceras son ocupadas por promoción de negocios o las mesas y sillas de estos.
Hace unos años todo era antiguo, la decoración de los negocios era mayormente anuncios de productos. Ahora no, todo está modernizado: cristales, luces muy brillantes, plantas artificiales que cualquiera pensaría que son reales.
Miro los alrededores y encuentro nuevos negocios muy diferentes a lo que recordaba. La pizzería a la cual solía ir con mi familia, donde atendía un caballero muy amable y alegre que siempre nos recibía diciendo, ¿familia qué quieren hoy?, ya no estaba. Hoy ese lugar en el cual se resaltan sus cristales vibrantes, las personas que atienden el lugar salen hablando inglés.
Así ha sucedido con gran parte de las cosas que los residentes de allí conocían. El pequeño supermercado frente a la iglesia católica donde muchos conocidos hacían sus encargos, hoy es un llamado mercado que muy lejano a lo que se piensa, vende bebidas alcohólicas, platos de comida elaborados, también, te ofrecen una especie de Airbnb.
Lo único que ha sobrevivido a esta nueva ola de gente adinerada son dos panaderías que están tal y como las recuerdo y uno que otro negocio de algún local.
Han sido precisamente los Airbnb los culpables de que muchos compueblanos y familia se vean desplazados y tengan que migrar a otros pueblos cercanos. Eso, sin hablar que el turismo hace que suba el costo de vida y quienes de por sí viven allí deben hacer tripas corazones porque todo aumenta. Los que fuimos criados allí y amamos a este pueblo no estamos preparados para soltar nuestras raíces, nos encantaría algún día poder estar en una propiedad en Rincón sin que tengamos que pagar un dineral.
Las palabras gentrificación y xenofobia son algunas de las que se han comenzado a escuchar, no necesariamente porque se rechaza al extranjero en sí, si no por la manera que estas personas tratan a los locales.
Un día trabajando en una panadería en aquel pueblo llegó una persona extranjera y en tono prepotente me dijo, you must speak better English because many tourists come here, realmente me tomó por sorpresa ya que hacía mi mayor esfuerzo, a lo que le contesté en español: también sería bueno que usted aprendiera español porque está en Puerto Rico. Realmente no sé si me entendió, pero esta situación se repite y no solo en Rincón, sino en todo Puerto Rico, donde los extranjeros tienen más beneficios que los locales. Desde la compra de una propiedad hasta la mesa de un restaurant para cenar.
No está mal tener que hablar inglés, lo que molesta es que vengan a imponer sus ideales en un país que no les corresponde. Si aquí han sido recibidos con respeto y se ha facilitado la comunicación para que se sientan cómodos, no hay razón para minimizar nuestro esfuerzo. El inglés se ha comenzado a inmiscuir de tal manera que muchos lugares ya no tienen un menú en español. Si bien yo lo entiendo, es una falta de respeto dado a que estamos en un país donde se habla español y no todo el mundo está familiarizado con el inglés.
Mis raíces son de aquí, del pueblo que me vio crecer, uno que no distingue de colores y menos de olores. Bien puedes enamorarte de sus playas— las cuales en múltiples ocasiones han estado amenazadas por gente sin escrúpulos—, como también podrías enamorarte de sus verdes montañas. Quizás el criarme allí me ha hecho una amante empedernida de la naturaleza, la playa, el sol y hasta del silencioso sonido que no se escucha. Miles lo conocen por ser el pueblo de los bellos atardeceres, pero si lo conoces más a fondo te enamoras de sus playas que la hacen digna de la capital del surfing.
Subes para las montañas desde Calvache por la Carretera 411 para encontrarte con las vistas más hermosas, entre ellas: la playa, la Carretera #2 y pueblos limítrofes. Al estar allí quedaras encantado de la vista y todo lo que se puede ver desde arriba, es como un vuelo de pájaro, pero estando en el suelo. En temporada de ballenas puedes ir al faro para verlas saltando, debo reconocer que tengo cierto resentimiento porque nunca he visto una.
Es frustrante ver poco a poco Rincón deja de ser de los rincoeños, es más frustrante aún imaginarte como será el Rincón del futuro, uno lleno de extranjeros y apartamentos sobrevalorados. Ver grandes avances y modernismo debe ser una reacción positiva, sin embargo, el que haya sido por extranjeros que tienen más beneficios que los locales es hiriente cuando tenemos personas dispuestas hacer lo mismo.
En un lugar así, mi admiración a los comerciantes locales que han sostenido su negocio, son un ejemplo de lo luchadores que son. Ante una lucha que no pidieron. Y todavía hay gente que no le da coraje que los locales tengamos que competir con personas que tienen más beneficios que nosotros.
Hermosa escritura y buena exposición a un mensaje claro pero doloroso. Que nuestros pueblos sigan siendo para nuestro pueblo y no el que viene a pasar vacaciones pero si se quedan que respeten. Y que aprendan nuestros idiomas y tradiciones.
Me encantó tu artículo, muy bien que describes el Rincón actual . Mas preocupante aún , los extranjeros que llegan y se creen dueños del pueblo y los residentes que tratan mejor al de “allá” que a su compueblano.
Gracias por decirlo tal cual es. Valentía admirable.
Bravo!!!! Gracias. Mi esposa y yo nos mudamos a Rincón hace 8 años. Vivíamos en el Viejo San Juan y visitamos tu hermoso pueblo y quedamos enamoradas. Empacados nuestras cosas y mascotas y nos establecimos aquí. Conocimos la verdadera felicidad y tranquilidad del campo y la playa. Nos enamoramos de sus vistas, sus playas y de su gente!! Su amabilidad y sencillez nos cautivor. Luego del paso del Huracán María…todo cambió. Comenzóñaron a llegar los buitres vestidos de ovejas que venían a ayudar a reconstruir….
A los casi seis años ..nos estamos mudando a Mayagüez. Hemos descubierto un pueblo que todavía habla español y las tareas, filas y encargos de colmado se hacen en el vernáculo. Dnd no tengo que contestar si hablo inglés o español, dnd los alquileres y ventas todavía están a precios razonables…menos de $1,000 !!.
Con mucha tristeza nos despedimos del pueblo de los bellos atardeceres…. Mayagüez y Cabo Rojo tmbn los tienen!!
Excelente escrito.
Saludos, mejor no lo haz podido describir. Soy Rincoeña, pero hace 29 años resido en el área metro. Precisamente hace una semana hablaba ese mismo tema con mis hermanas. Añoraba regresar a mi Rincón en mi retiro. Pero lamentablemente se ha sobresavalorado las viviendas. Y el propio Rincoeño no podrá hacer casa en su pueblo.
poquito a poco, y de cantazo… ~el caballo, el riqui, el pelúese
no logramos ni sacar al fantasma de la alcaldía… así se pierde patria.
Te felicito por la publicación. Me sorprende que venga de una persona joven, igual me siento y soy de otra generación. Soy rincoeña pero llevo demasiado tiempo viviendo en el sur de Puerto Rico. Viajo a menudo a ver mis padres y familiares y me encantaría regresar. Pero comprar en Rincón es demasiado costoso y prefieren venderle al extranjero que al local. Ya la mayor parte del pueblo pertenece a extranjeros. Es muy frustrante. Me siento como dices cuando voy a la plaza o al supermercado. Se me hace difícil encontrar el sentido de pertenencia y la familiaridad y eso me entristece. Y qué me dices del acceso a las playas? Cada vez hay menos entradas a las playas. Eso si que me enfurece por que eso si debería estar controlado por leyes y no hacen nada. Menos Rincón para los rincoeños.
Inicié la lectura del artículo sin ver quién lo publicaba. Me entusiasmó, porque compartimos el mismo sentimiento. Hacen 63 años que vivo en Rincón y he visto como ha evolucionado y cambiado mi hermoso pueblo de Rincón. Se ha convertido en un pueblo turístico . Dónde ha aumentado los precios tanto en supercados cómo en los comercios. Es bueno los cambios pero que esto no perjudique a los rincoeños. Este es mi pueblo, lo quiero y respeto
Wow, has dicho toda la verdad. Literalmente estoy llorando porque tu reportaje no puede estar mas cerca de la verdad. Lamentablemente Y espero que no Rincón va a dejar de ser de los Rincoeños gente como tu y yo que nos criamos entre nuestras hermosas montañas o las refrescantes playas. Esta bien recibir y compartir nuestro hermoso pueblo, pero que no se apoderen de el, y no nos hagan sentir que somos menos, Rincón es nuestro!!! Lamentablemente otro punto es que el gobierno (alcalde) se ah dedicado mas a complacerlos a ellos que mejorar nuestro pueblo para los de aquí, el ejemplo mas grande el deporte. Gracias por este reportaje!
Buenos Días. Al que tu yo soy Rincoeña amo mi pueblo y extraño como era antes , extraño a mis compueblanos , y la tranquilidad , caminar por sus aceras , no tener que pasar por entre medio de las mesas para poder ir a la farmacia o panadería. Pero nosotros los Residentes de Rincón lo hemos permitido que esto suceda , por que no ponemos un detente estos inmigrantes de la nación americana se piensan que son los dueños de nuestro pueblo que se lo han permitido nosotros como residentes y el Sr. Alcalde del pueblo que le da el consentimiento para que ellos hagan establecidos sus negocios , que al fin y al cabo no son productivos para el pueblo. Hemos permitido que destruyan nuestras playas y no decimos nada y también le venden las viviendas por que ellos pagan más dinero . Yo aun soy residente de Rincón pero me entristece que venga un arimado a seguir maltratandonos el extranjero que dese vivir en Mi pueblo y mi tierra que aprenda nuestro idioma , como nosotros debemos aprender el de ellos.
Lamentable mente es así todo los q escribiste. Los extranjeros se an quedado con Rincon y nos solo eso sino q también ellos emplean solo americanos. Sean adueñado de las playas también compran una propiedad frente al mar y rápido les pertenece toda la playa. A causa de los airbn están llegando desordenados q no respetan la paz y tranquilidad de los locales q vivimos aquí. Salen borrachos de los negocios y nadie dice nada por que son turistas. En rincon an pasado varios accidentes con estos turistas q se van sin responder por daños. Rincon tiene una población de gente mayor de edad de la cual nadie toma en consideración. Los jueves en la plaza pública lo q se había desarrollado como un artwalk para artesanos de buestro pueblo ahora está lleno de americanos exponiendo cualquier chuchería q se inventan para decir q son artesanos y buscar dinero porque no desean trabajar en tiendas grandes para estar metios en la playa..Los domingos se a convertido en otro tipo de venta de americanos. Cuando se les pide q los domingo no se pueden reunir por motivos de la patrona y creencias católicas se enfadan y comienzan a criticar..El alcalde de este pueblo a permitido q pasen estas cosas y muchas más. Aveces llegan a Rincon por par de meses,se compran un auto feo y destartalado y luego se van y los dejan tirados donde vivían y q se encargue el gobierno de botaron. Soy residente de este pueblo y e visto muchas cosas. Incluso cuando entras a un negocio de ellos atienden primero los americanos antes q a uno q a llegado primero y solo por q te escuchan hablando español. Te felicito por lo q escribiste. Tienes mucha razón en todo. Te deseo mucho éxito en todo lo q te propongas.
Lamentablemente eso está pasando en todo Puerto Rico. 😔😔 Muy reales tus palabras… Hace poco visité Gozalandia en mi pueblo (San Sebastián), un río donde jugaba de niña y era visitado sólo por locales la mayor parte del tiempo realmente. Sorprendida quedé de ver tanto extranjero allí. Rincón es hermoso y también me dio una patada al corazón visitar los jueves de artesanías el pueblo y ver tanto extranjero hasta vendiendo artesanías allí. No es que esté mal el turismo, ayuda al desarrollo del país. Pero, me siento triste de ver cómo cada día que pasa logran sacarnos de nuestras tierras. Va más allá del turismo. El gobierno aporta a que esta gente llegue y se quede, mientras nos hacen hacer maletas a los locales. El sentimiento es mutuo, la frustración en muchos de nosotros es obvia.