Por: Chatelle Rivera Vélez (chatelle.rivera@upr.edu)
Una aventura a medio paso entre las artes, la ciencia y la psicología emocional de nuestro cerebro. Así es conversar con la artista plástico, educadora y conferenciante Grisselle Soto Vélez, una mujer apasionada de la vida y de las emociones. Es profesora de Educación del Arte en la Escuela de Artes Plásticas y Diseño de Puerto Rico y blogger dentro en la página Neuroestética, donde publica sus investigaciones sobre arte y ciencia. Actualmente, estudia la capacidad y el impacto que tiene el arte sobre nuestro cuerpo, como parte de su investigación doctoral en Currículo y Enseñanza. Conocer y aprender más sobre este tema la llevó a viajar a diferentes países donde el intercambio intelectual y cultural con colegas del mismo ambiente le ha ayudado a seguir formándose en este campo.
Su interés y sentimiento de búsqueda por entender a cabalidad las habilidades de los seres humanos, la llevó a encontrarse con el mundo de las ciencias.
“Aunque parezca lejano y hasta difícil de creer, hay un punto donde las artes y la ciencia se integran”, indicó Soto Vélez.
Es aquí donde llegamos al estudio de las neuronas, mejor conocido como neurociencia y la capacidad de las artes de crear estímulos en nuestro cuerpo, especialmente en nuestro cerebro. Al unirse estos dos conceptos, nace la neuroestética.
LA NEUROESTÉTICA
¿Cuál fue el motivo para empezar a estudiar las artes desde una perspectiva científica y qué años fueron protagonistas de estas nuevas investigaciones?
En los años ochenta y noventa cuando la tecnología del estudio del cerebro se expone hacia otros conocimientos como la manera en que procesamos información, que es la psicología cognitiva, se abre un campo que únicamente trata con las emociones e identifica en el cerebro cuáles son las partes que trabajan con el procesamiento emocional.
Ya para el año 2000, las personas del campo de la psicología cognitiva saben que el cerebro responde mejor a toda la información que viene por los sentidos y quienes mejor la pueden procesar y la han procesado han sido los artistas plásticos y los músicos. En el 2003, se desarrolla el concepto que se conoce como neuroestética.
¿Qué es la neuroestética?
La neuro-estética es la rama de la neurociencia que se dedica a investigar lo que sucede en el cerebro cuando las personas hacen o presencian algún tipo de arte y cuando están en un entorno natural. Esa exposición eleva el estado mental hacia algo que se conoce como una experiencia estética y aunque no sea el espectador el que está creando, el oír y ver la obra lo conmueve, lo llena de placer y olvida todo aquello que está a su alrededor. En ese momento el cerebro está trabajando al cien por ciento y hay que ayudar a las personas a darse cuenta de eso, porque las emociones estéticas son aquellas que producen conocimiento de sí mismo y las que tenemos que descubrir.
LA EDUCACIÓN
Como educadora, teniendo conocimiento sobre la capacidad de las artes en nuestro cuerpo, ¿aplicas esto en tus métodos de enseñanza?
Claro que sí, creo fielmente que si podemos expandir nuestros sentidos a nuevas experiencias nos enriquecemos más a nivel emocional. Estos momentos únicos son los que construyen el sentido de lo bello en las personas y me siento en la necesidad de enseñarle a los demás cómo funciona el cerebro cuando te expones a instantes, porque en realidad son instantes diminutos, que transforman tu calidad de vida a una mucho mejor.
Muchos viven y no viven por decirlo así, pasan por la vida sin darse cuenta que viven a diario experiencias estéticas maravillosas y yo quiero cambiar eso. Por eso en mis clases o conferencias busco que las personas sientan e identifiquen sus emociones al exponerlos a diferentes tipos de situaciones. Esto los ayuda a conocerse mejor y a saber identificar sus emociones con mayor facilidad.
¿Consideras que en las escuelas, ya sea públicas o privadas, se deben implementar o integrar las artes de manera más directa?
Sí, porque el arte es una forma no solo de expresión, sino de conocimiento, conocimiento que la sociedad presente no valora, pero precisamente porque no se conoce no se valora. Si las personas supieran que existe otra forma de conocer, de aprender y aportar, que no fuera solo las ciencias y las matemáticas (…), ¿valdría el esfuerzo aprenderlo? Yo creo que sí. El currículo actual, de todas las materias incluido el arte, data de principios y mediados del siglo XX y fue hecho para una sociedad industrial, no para una sociedad como la que tenemos hoy a principios del siglo XXI.
Si se te presentara la oportunidad de cambiar el currículo educativo actual, ¿cuál sería el cambio que implementarías y por qué?
Haría un currículo basado en la experiencia que ayude a reflexionar. Esa es la habilidad de los seres humanos que el currículo de la escuela pública y privada no ha desarrollado. Un modelo nuevo y diferente que ayude al maestro a desarrollar en los estudiantes la reflexión acerca de las emociones que sienten durante estos encuentros y a pensar sobre las emociones y las ideas que despiertan. Investigar las preguntas que surgen e identificar los cambios en el pensamiento.
Personalmente
Tienes tu propio blog, ¿Cómo ha sido la experiencia de estar más en contacto con las personas y brindarles la información que has investigado? ¿Cuál es la retroalimentación de parte de los que te siguen?
El blog me encanta. Es un espacio de divulgación educativa (dentro de la página web Neuroestética) donde comparto información acerca de cómo aprende el cerebro, especialmente desde las artes. Me siguen artistas, educadores y neurocientíficos de distintas partes del mundo como: Argentina, Finlandia, Rumania, India,(…). Uno podría pensar que no hay gente que se interese por este tema, incluso que el idioma puede ser impedimento, pero se puede equivocar, hay gente súper interesada.
¿Qué te falta hacer? ¿Qué planes tienes a futuro?
Quiero seguir enseñándole a la gente el poder de las artes a través de mis conferencias o como educadora en las universidades. También muchas personas me han dicho de escribir un libro y en realidad no lo he hecho porque ahora me encuentro dedicada completamente a esta investigación, pero sí suena muy tentador, así que ese puede ser otro de mis proyectos a futuro. No sé, a mi me gusta aprender y crear, no tengo nada pensado ahora mismo, pero ya seguirán surgiendo cosas nuevas.
Soto Vélez busca ampliar sus horizontes, aprender y descubrir más. Su meta es lograr que las personas valoren y comprendan el campo de las artes y asegura no descansará hasta cumplirla.
Todo aquel que quiera conocer más sobre el tema de la neuroestética o esté interesado en algún particular acerca del mismo, está invitado a acceder a la página web Neuroestética y entrar a su blog, donde continuamente publica sus investigaciones. Grisselle Soto continuará sus estudios e investigaciones para demostrar a todos la importancia de vivir la vida en todos los sentidos, especialmente en el artístico.
