Más allá del hilo y la aguja

Sara Galán Feliciano lleva doce años trabajando con el diseñador Edzel Giovanni.

“La costura es magia y la magia es un sueño y los sueños son maravillosos para vivir”-Elie Saab

Por: Sabrina N. Lebrón Rodríguez (sabrina.lebron@upr.edu)

Sara Galán Feliciano es una mujer de 72 años nacida y criada en Arecibo. Sus manos están cubiertas de cicatrices que dejaron las agujas y los alfileres con el pasar de los años. La costurera debutó en el mundo de la moda cuando apenas tenía 10 abriles. Cuando era niña se dedicaba a confeccionar trajes de muñecas y compartirlos con sus seis hermanas. Al ser la mayor de todas, comenzó cosiendo su traje de graduación de sexto grado y los uniformes escolares de sus hermanas. Después de haber cosido su traje de graduación, tomó sus primeras clases en la fábrica de costura Singer en el verano del 56.

“Al ser la mayor de seis hermanas no tuve la oportunidad de ir a la universidad ya que quería estudiar fuera de Arecibo y mis padres no me lo permitieron”, expresó la costurera. Cuando llegó a la adolescencia retomó las clases de costura y fue parte de los cursos de la diseñadora de alta costura Carlota Alfaro. Después de casi cinco décadas de servicio, uno de los mayores logros de Sara Galán es la satisfacción personal de hacer lo que le apasiona y poder echar su familia hacia adelante con la costura. Entrar por las puertas de un taller, escuchar el constante sonido de las máquinas de coser, observar los múltiples rollos de telas llenos de lentejuelas que caen por los anaqueles y la satisfacción de ver un vestido terminado sobre el maniquí son algunos de los placeres del oficio que la modista aún disfruta.

“Se ha perdido el interés por aprender el oficio de la costura que tanta falta hace”, expresó la modista.

En el siglo 18, el oficio de la costura estaba en todo su esplendor. Sin embargo, la llegada de compañías de producción a gran escala ha hecho que el consumidor cambie la calidad por cantidad y olvide este oficio de tradición.  A pesar de que los trajes a la medida son menos económicos, Sara Galán enfatiza que esto se debe a que los materiales utilizados para confeccionar las piezas de ropa son de mejor calidad.

“La moda va y viene. Hay veces que se usa una moda y pasa la moda y a los años vuelve la misma moda.” Durante los 62 años que lleva cosiendo Galán, han pasado muchos estilos y diseños por sus manos. Para lidiar con los constantes cambios en la moda la experiencia es la clave ya que muchos de los diseños de esta época ya ella los ha confeccionado. Otro factor que la modista tiene a su favor, es que se mantiene actualizada con los nuevos giros de la moda, ya que lleva trabajando 12 temporadas con el diseñador de 34 años de edad Edzel Giovanni.

La experiencia de la persona es uno de los elementos que ninguna maquinaria podría sustituir. “Puede que alguien invente una máquina de hacer patrones, de cortar patrones y de coserlos pero siempre va a tener que estar envuelta la costurera o el sastre”.

Las cualidades  y la experiencia de una costurera son  cualidades que son transmitidas a través del montaje de los diseños. Por esta razón, una maquina nunca podrá reemplazar la figura de una costurera.

Author: Sabrina Lebrón

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