Cristina Rivera, líder ambientalista comprometida con proteger el ambiente suyo y el de los demás
Por: Angelys Pérez Rodríguez (angelys.perez@upr.edu)
En medio de su sonrisa y un rostro enrojecido arropado por la emoción, doña Cristina Rivera ilustra lo que es ser un líder ambientalista en barrio Islote en Arecibo.
Desde pequeña Cristina sintió una enorme conexión con la naturaleza. “Algo que esté en contra de la naturaleza, es algo que me toca defender”, comentó Rivera. Mientras observaba el mar y los árboles en su niñez podía descubrir al mismo instante cómo el ser humano se adueñaba de ello. “Sentía ese coraje inexplicable”, expresó Rivera. Un día despertó con las ganas de levantar la voz y sentirse apoyada por la comunidad.
En el 2005, decide crear su propia organización en la carretera #681 en Arecibo conocida como VEREDAS, compuesta por un grupo de ocho personas residentes voluntarios de Islote, con la misma capacidad de su líder para luchar por el bienestar de la naturaleza.
Pregunta. ¿Qué significa VEREDAS y cómo surgió esta organización?
Respuesta. VEREDAS significa Vecinos al Rescate de Accesos y Senderos. Esto surgió ante la necesidad de que los accesos hacia la playa fueran abiertos
P. ¿A qué se refiere cuando menciona “que los accesos hacia la playa fueran abiertos”?
R. Habían comenzado a cerrarlos personas que estaban en las orillas de la zona marítima. Estaban cerrando para su uso personal los accesos a la costa de Islote, la carretera #681 que comprende entre el puente de Arecibo y Barceloneta.
P. Cuando se presenta una situación en contra de la naturaleza, ¿qué hace exactamente para defender esto?
R. Se preparan manifestaciones frente al lugar para dejar escuchar nuestra voz y ser visibles para las personas y que a la misma vez se unan con nosotros.
P. Como líder ambientalista, ¿logras conseguir gente con la misma mentalidad de poder defender la naturaleza?
R. La gente se da cuenta de lo que sucede en nuestra comunidad. En realidad, el mar es para todos y no solamente lo usan los pescadores, sino que también, lo usan los que hacen yoga, grupos que vigilan pájaros y tortugas, significa se necesitan los accesos en las playas para los bañistas, vigilantes y actividades deportivas.
La situación más compleja que VEREDAS enfrentó fue la privatización de la poza del obispo, “fue la primera playa que empezaron a cerrar”, indicó Rivera. La agrupación tuvo la iniciativa de llevar a cabo una manifestación en dicho lugar, entre ellos presentes los residentes de la comunidad. “Es una playa importante y no voy a permitir que tranquen los accesos”. Luego de una lucha bien intensa, lograron descartar la privatización provocando los accesos libres para todas las personas.
P. Su organización ha sido muy reconocida por esta comunidad ¿Cómo se siente al respecto?
R. El único reconocimiento que a mí me gusta es que la gente coopere, estén vigilantes, estén atentos y que lleven el mensaje y digan esto que ella decía es verdad.
P. ¿Qué deben tener claro las personas sobre esto?
R. Cada persona es dueño de los caminos y toda persona tiene el derecho de solicitar y estar presentes. Tenemos el derecho de pasar por la playa.
Desde la acaricia que llevaba en sus rizos de oros (mientras dialogábamos) hasta sus ojos achinados con un toque de brillo se podía notar a simple vista que a Cristina le apasiona proteger el ambiente. Sus manos fuertes simbolizan la disposición para defender y no permitir que el ser humano dañe lo que no es suyo. Actualmente la líder ambientalista sigue ampliando esta organización para no solo proteger la zona ambiental de Islote si no toda la naturaleza de la isla.