En la vida universitaria se encuentran un sinnúmero de experiencias de vida, tanto dentro como fuera del aula. Habrá muchas en las que todos los universitarios coinciden como las amanecidas para realizar proyectos o estudiar para exámenes, la primera baja, los errores de prepa, la participación en asociaciones estudiantiles, las filas en las oficinas administrativas cuando de realizar trámites burocráticos se trata, la mala comida de la cafetería, el profesor dictador, el profesor pana- y muchas más.
Hay otras experiencias que no todos comparten, como por ejemplo, la experiencia de participar en un intercambio estudiantil. Salir de la patria y sumergirse de llena en otra cultura y convertirte en estudiante en una institución universitaria del país destino son dos elementos que forman parte del intercambio estudiantil. Jessenia Pastrana Rodríguez, estudiante de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo, quien estuvo de intercambio en la Universidad Complutense de Madrid, España, vivió esto en carne propia y nos cuenta su experiencia.
La estudiante del departamento de Comunicación Tele-Radial se trasladó a la capital española durante el primer semestre del año académico 2016-2017. En su tiempo libre se dedicó a viajar a distintos países de la unión europea y África. En entrevista para Tinta Digital, la estudiante, quien es candidata a graduación, contó su experiencia.
¿Qué sentiste al tocar suelo español por primera vez?
Como si hubiese renacido, porque era algo que quería hacer desde hace mucho tiempo y no había tenido la oportunidad. No necesariamente haber tenido la oportunidad de pisar suelo español por ser madre patria, sino por salir de la zona de confort que es Estados Unidos- que es el lugar donde el puertorriqueño suele viajar. Muchos boricuas sienten que ese es el único lugar en el mundo y al pisar otro suelo, sientes que has logrado algo más.
¿Qué te motivó a participar un intercambio estudiantil?
Yo veía el intercambio estudiantil como algo imposible, hasta que dos amigas lo hicieron y me dijeron que era mucho más fácil de lo que yo pensaba. Lo veía como una utopía y la realidad es que se puede hacer. Entonces decidí hacerlo, aparte de que tenía ganas de viajar mundo y una manera más fácil de viajar es a precio de estudiante porque, cuando te gradúas los costos suben para uno como viajero. Yo no quería esperar a tener un trabajo estable para viajar dos semanas al año.
En términos educativos, ¿cómo comparas la Universidad Complutense con la Universidad de Puerto Rico?
En cuanto al aprendizaje pues, existen dos tipos: número uno es el aprendizaje clásico, en el que vas al salón de clases, te sientas, estudias y aprendes. En ese aspecto la Complutense tiene mucho más fuerza porque es una universidad más difícil, es una universidad con profesores más preparados en cada campo, por lo que claramente tienes que estudiar mucho más para aprender. O sea que yo siento que los estudiantes salen más sólidos, porque claro, a diferencia de nosotros que nos hacen tomar (dentro del bachillerato), muchas clases adicionales porque la meta es obtener un conocimiento universal para que tengas base en todo… A ellos los hacen tomar muchas más clases de concentración que a nosotros. Por ende, esas personas salen súper preparadas en su propio campo. Si es comunicaciones, en Comunicaciones, si es Leyes, en Leyes y si es Biología, en Biología. No es como la gente de Biología de Puerto Rico o de Comunicaciones que tiene un bache dentro de su misma concentración pero quizás son unos expertos en Humanidades. Allí eso no se da allá, o sea, que la educación en la Complutense es más sólida. Pero si lo tomas como la segunda metodología de aprendizaje, que yo veo, que es cuando los estudiantes tienen una vida estudiantil y por medio de esto, logras adquirir conocimiento. Por ejemplo, en el área de las Comunicaciones te envían a hacer un documental y se graba dentro de la misma universidad, o hay charlas para eso, o que si la asociación tal tiene presentación hoy, que si estamos vendiendo en el lobby, ese tipo de cosas allá no las hay. Allá la vida estudiantil no existe. Y claro tú puedes desarrollar otro tipo de conocimientos y aprendizajes en la práctica, conversando con otros estudiantes, que no solamente sea solamente en el salón. Pues en ese aspecto a mí me parece que la UPR es una mejor universidad porque desarrolla ese tipo de estrategias en el estudiante, las pone en práctica.
¿Cómo te sentiste siendo extranjera en otros países? ¿Era bueno el trato o no?
Como extranjera en otros países me sentí súper bien y más cuando eras la única puertorriqueña, porque cuando decía que era de Puerto Rico, la gente se volvía loca. La gente bien amable, nunca sentí discrimen. Pero sí te puedo decir que, dentro del mismo Madrid, los estudiantes tienen sus grupos de amigos ya y con los extranjeros son un poco; no es discrimen pero son como rudos porque como saben que esos estudiantes vienen y se van, pues no quieren como que adentrarlos a que conozcan secretos, o a que entiendan, o a que vayan a las casas, o que vean cómo funciona la vida en Madrid realmente. Ellos no dejan que los estudiantes extranjeros entren a esos grupos. Por tal razón todos los estudiantes extranjeros crean sus propios grupos de estudiantes extranjeros. O sea que siempre te sientes como si estuvieras en varios países a la vez porque dentro de un mismo grupo hay gente de diferentes nacionalidades.
En términos educativos, ¿qué te llevaste de Europa?
El nuevo sistema de aprendizaje, porque nosotros estamos acostumbrados al sistema estadounidense y allá (España) el sistema es magistrado. Es diferente porque aquí dan examen una vez al mes y medio, depositas y sigues porque usualmente los profesores ni examen final dan. Allá por el contrario tú tienes que estudiar las mismas cosas durante todo el semestre y al final te ponen a prueba si tú has aprendido o no has aprendido. Me llevé otro sistema educativo.
¿En qué aspecto sientes que creciste más como persona?
En aprender a darme cuenta que la dependencia que tengo de mis abuelos no es totalmente real. Que puedo sobrevivir sin ellos.
¿Cuál fue la ciudad o el país que más te gustó?
El país que más me gusto fue Marruecos porque es un país árabe, y claro es totalmente distinto. La ciudad que más me gusto fue Praga, capital de República Checa, porque es totalmente antigua y está diseñada para que la gente pueda caminar. Y la segunda fue Bran, en Rumania, porque estaba toda cubierta de nieve y era la primera vez que veía nieve. Creo que Praga es la ciudad más bonita por eso de que es totalmente para carruajes, no para autos.
Al compartir con otras culturas, ¿qué aspectos piensas que la sociedad puertorriqueña podría adoptar de otros países?
La sociedad de Puerto Rico debería volver a nacer, pero claro no podemos ser tan duros con nosotros mismos. Me parece a mí que de los aspectos más importantes que hay que mejorar es la educación, sin duda alguna. Porque es increíble que Europa tiene la misma distancia de PR que PR de Europa y ellos sepan muchísimas cosas de PR como por ejemplo, quién es el gobernador y la situación política con los Estados Unidos, mientras que nosotros no sepamos muy bien si la capital de Alemania es Berlín, o si Berlín está en Paris, que es la capital de Francia. Ese issue de la educación es un rollo, porque cuando tú te sientas en un grupo de personas, y eso que yo me considero una persona inteligente por decirlo así, y aún de todas esas maneras había cosas que ellos sabían y yo no sabía que en el mundo estaban ocurriendo. Nosotros estamos vendados, tenemos una venda en los ojos y no podemos ver más allá. O sea que el aspecto principal para que, el resto de los aspectos pueda seguir mejorando, sería darle duro a la educación.
¿Si tuvieras la oportunidad de hacer otro intercambio, lo harías? ¿A dónde?
Definitivamente lo haría, claro, si contara con el presupuesto. Italia me gustaría mucho porque ahora que llegué de allá estoy interesada en aprender otros idiomas y el idioma principal, por la cercanía que tiene al español, y por la facilidad que yo entiendo que tendría aprenderlo, pues sería el italiano. Así que Roma o sino ciudades como Nápoles, Verona, Milán, algo así.
¿Recomiendas a la comunidad universitaria realizar intercambios estudiantiles?
Yo pienso que todas las personas, al menos una vez en su bachillerato, deben tener la experiencia de pasar por un intercambio estudiantil porque le da a tu vida universitaria un giro de 360° de lo que pensaste que era la educación. Tienes la experiencia de vivir, de ver mundo, de salir de tu casa, de olvidarte de la responsabilidad de trabajar y de que solamente se viene a estudiar. Es algo que la gente debe experimentar y debe de dejar ese miedo de no puedo, no me va a dar el dinero, mi familia no me va a ayudar. Es algo que se debe fomentar más porque el error que pocas personas se vayan de intercambio estudiantil no solo está en los estudiantes, sino también en el personal de la universidad.