Mayoría de edad: ¿barrera en el campo de la salud?

(Foto suministrada)
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Por: Valerie Jiménez Irizarry

¿Sabía usted que un(a) joven de veinte años no puede solicitar ciertos servicios de salud sin la asistencia de un adulto?

Aún cuando las personas de 18 a 20 años de edad son consideradas legalmente en Puerto Rico como menores de edad, cuentan con ciertos beneficios en la sociedad como: el derecho al voto, enlistarse para la guerra, el consumo de bebidas alcohólicas y cigarrillos y obtener la licencia de conducir. La disyuntiva recae en que los jóvenes de estas edades se encuentran limitados en el acceso a ciertos servicios médicos.

Hace más de dos años, la ley prohibía que los jóvenes recibieran asistencia médica sin el consentimiento de sus padres o tutores.  A partir del 27 de abril de 2012 esto cambió, pues se realizó una enmienda al código civil y ahora establece se que “todo menor que haya alcanzado los dieciocho (18) años o más queda también emancipado para propósitos de recibir servicios médicos y tratamientos en las salas de emergencias y urgencias; y en caso de que un menor de dieciocho (18) años o más sea madre o padre, podrá autorizar los servicios médicos para sus hijos y tratamientos en las salas de emergencia y urgencias.» Como bien menciona la enmienda, esto aplica en los hospitales y en ciertas oficinas médicas, pero no en todas, como es el caso de los ginecólogos.

La falta de educación en cuanto a los temas sexuales es crítica. Por cierto, es además tópico de gran tabú en esta sociedad, en la que frecuentamos la presencia de embarazos indeseados, pero no se les orienta a los jóvenes sobre otras alternativas preventivas como lo son las pastillas anticonceptivas o los preservativos. El uso de estas pastillas debe ser guiada bajo la recomendación de un médico, y sus precios pueden fluctuar entre los 20 hasta los 180 dólares. No todos los cuerpos funcionan igual, así que dependerá de unas especificaciones médicas la receta del anticonceptivo que sea de mayor efectividad para la persona y, por ende, también variarán los costos del medicamento.

¿Consideras que a las jóvenes de 18 a 20 años se les debe permitir ir al ginecólogo sin un adulto (padres o tutores)?, leía la pregunta de una muestra realizada, dirigida mayormente a mujeres jóvenes, donde un 68.4% de los votos apoyaban la idea de que se les debería permitir ir solas, mientras un 31.6% eligió que debería ir con sus padres o tutores. Hoy día, una joven de las edades antes mencionadas, quien a sus 18 años ya puede consentir las relaciones sexuales, no puede visitar un  médico especialista en ginecología sin la presencia de un adulto o tutor.

En entrevista con el licenciado Manuel Bismarck Torres, quien nos explicó que la visita a un ginecólogo es considerada una “agresión consentida”, por lo que se requiere la presencia de un adulto en el proceso, pues legalmente se considera que una persona de 18 a 20 años no está capacitada para autorizar y reconocer un proceso médico de este grado.

Sin embargo, el Dr. Iván Rodríguez De León expresó que ya a esa edad la mayoría “son estudiantes universitarios, ya pueden ir a la guerra… No sé por qué no se pueden atender”. Siguiendo esta línea, también comentó que considera que este sector de la sociedad está capacitado para solicitar y acceder a los servicios médicos y que la reducción de la mayoría de edad ofrecería accesibilidad a estos servicios esenciales y, por ende, menos barreras.

El Proyecto de la Cámara de Representantes 2059, radicado el 18 de julio de 2014, busca reducir la mayoría de edad de 21 a 18 años. Cuando hablamos de la mayoría de edad nos referimos a “una condición para determinar la plena capacidad de obrar de la persona al alcanzar una edad cronológica donde ha adquirido una madurez intelectual y física suficiente para obrar”, según se explica en el proyecto de la cámara 2059. A partir de esa edad se adquieren mayores derechos y privilegios, pero también grandes responsabilidades y obligaciones.

En una encuesta realizada por el diario Primera Hora en el que participaron unas 2,340 personas, un 67% votó a favor de la reducción de la mayoría edad y un 33% dijo que no. Actualmente, la única manera de ser considerado adulto es cumpliendo los 21 años, por medio de la emancipación autorizada por los padres o por el tribunal o a través de la contracción de matrimonio.

En otras partes del mundo, a los niños de 12 y 13 años ya se les considera mayores de edad, como es el caso de Trinidad y Tobago y África, respectivamente. Pero la mayoría de los países tienen establecido los 18 años como la edad en la que comienzan a ser adultos. Algunos de estos son: Alemania, Argentina, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Colombia, Venezuela, España, Panamá, entre una extensa lista. Por otra parte, los 21 es la edad máxima en la que se le reconoce a una persona como madura, experimentada y consiente de sus actos como es el caso de Puerto Rico, Irlanda, Singapur, Nicaragua, Hondura, Egipto, otros.

A preguntas de si considera que una persona de 18 años tiene la capacidad de asumir la responsabilidad de un adulto, Bismarck respondió que “en estos tiempos muchos sí”. También, de reducir la mayoría de edad recaería sobre las personas de 18 años en adelante otras responsabilidades como lo es la contratación laboral, la adquisición de un auto, los planes médicos, entre otros. “Yo veo que no están ganando… se están esclavizando”, dijo el abogado notario, pues dejó entrever que a tan corta edad se están atando a contratos y obligaciones que, de no cumplirlas, podrían traer repercusiones legales. Por otra parte, comentó que los jóvenes de 18 a 20 están más expuestos a fraudes y engaños debido a su posible falta de experiencia y conocimiento.

¿Será la reducción de la mayoría edad una solución para eliminar las barreras de acceso en el campo de la salud?  ¿O tal vez se les deberá dar el beneficio y la accesibilidad de solicitar y recibir todos los servicios médicos a estos jóvenes?

Valerie Jimenez
Author: Valerie JimenezEstudiante de Comunicación (valerie.jimenez1@upr.edu)

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