Por: Luis A. Melendez Perez (luis.melendez26@upr.edu)
Todos los días entrenando por largas horas, hasta el punto de quiebre, dando el 100% de energía por aproximadamente un 50% de ayuda económica. Esta es la situación a la que se enfrentan los atletas universitarios de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo (UPRA).
Mientras la Junta de Control Fiscal sigue recortando fondos en presupuestos y aumentos en los servicios universitarios, los estudiantes siguen sufriendo las consecuencias. A solo un año del aumento del crédito de $56 a $115, este año vuelven a aumentar el crédito de $115 a $124. Por una parte, se proyectan recortes en las exenciones a los atletas, artistas, estudiantes de honor e hijos de empleados y por otra, no se vislumbra el grado en que todos estos cambios afectarán no solo a los estudiantes que tienen que pagar créditos a un costo mayor, sino que también a la universidad que pierde atractivo para estudiantes de nuevo ingreso que estarán reconsiderando si vale la pena matricularse en una institución donde no serán recompensados por sus sacrificios. Eso tendrá un efecto en la economía de la universidad, ya que al perder atractivo para estudiantes de nuevo ingreso significa un número menor de estudiantes en la institución y menos inyección económica para el sistema público universitario.
En los últimos años se han realizado recortes en programas atléticos que no estaban dando resultados positivos en competencia.
Por ejemplo, en el año escolar 2016-2017 había 205 atletas, mientras que un año después para el 2017-2018, el número disminuyó a 174, con los recortes de las disciplinas de halterofilia y softball. En este presente año escolar 2018-2019 se han contabilizado 179 atletas becados en la institución: número que posiblemente se verá afectado más aún con los anunciados recortes a las exenciones.
El decano de asuntos estudiantiles de la UPRA, José Carlos Colon, proporcionó a este medio los números de atletas que han recibido exención en los últimos tres años, para de este modo hacer las comparaciones de cómo ha afectado los recortes a las exenciones. Hasta el momento es mínimo el efecto que se ve, aunque él asegura que si quitan las exenciones por completo, se pronostica una baja significativa de atletas. Añadió que para el próximo año académico a UPRA se le otorgaron $400,000 para las exenciones de atletas. Esta cantidad no es suficiente para el número que hay en el reciento actualmente, por tal razón están evaluando la posibilidad de bajar a un 25% las exenciones u otorgarlas de acuerdo al rendimiento de cada atleta.
«Estamos tratando de conseguir más recursos para nuestros atletas», puntualizó Colón.
La voz de los protagonistas
Noel Cruz, jugador de béisbol de segundo año en UPRA, dejó sentir su descontento con la situación actual de las exenciones y la incertidumbre de los venideros años. El atleta actualmente recibe un 50% de exención de matrícula, junto con una dieta para los juegos en los que su equipo es visitante. Sin embargo, cuenta que no tiene transportación suministrada por la universidad, por tal razón se ve en la obligación de utilizar su automóvil y costear de su dinero la gasolina y el peaje.
» De camino a un juego en Utuado a uno de mis compañeros le dieron un boleto, que eso sale de su bolsillo por la falta de transportación de la institución», expresó Cruz.
Otra complicación es que ya que la universidad no cuenta con parque de béisbol, han tenido que utilizar canchas en Hatillo, Barceloneta y hasta Utuado. Además, por los recortes fueron despedidos dos entrenadores, de tres que son en total. Cuenta Noel que en una reunión, cada jugador decidió aportar $50 para costear los servicios de un entrenador de lanzadores, ya que era necesario para el equipo. El futuro deportivo de Noel depende, sin duda alguna, de las exenciones. «Consideraría no ser parte ya del equipo ya que los sacrificios que se hacen para estar ahí no valdrían la pena sin recibir un beneficio a cambio», explica.
Otra estudiante que ha vivido de cerca estos cambios es Adelmi Rivera, atleta de Pista y Campo en la disciplina de marcha. Ella cursa su último año de elegibilidad como atleta. Al preguntarle cómo ha visto los cambios de su primer año hasta el presente dijo, que ha sido del cielo a la tierra.
«En mi primer año recibía exención completa y los créditos eran más baratos, (mientras que) este año he tenido que comprar uniformes de practica y zapatillas y solo recibí uniforme para competir en la LAI.» Adelmi, cuenta que en el ámbito personal tuvo que conseguir un trabajo a tiempo parcial para poder sufragar sus gastos, ya que los recortes la han afectado económicamente. Para atletas como ella, las exigencias académicas y físicas siguen siendo las mismas, mientras que el apoyo por parte de la institución que representa, va en declive.
“Este año ha sido bien fuerte, ya que el recorte de las exenciones a un 50% me ha obligado a concentrarme más en trabajar para poder sustentarme”, expresó.
Los atletas le brindan alegría y gozo al pueblo cuando tienen éxito en competencia, pero eso conlleva un sacrificio y ellos necesitan un apoyo económico para poder seguir dando esa gloria. Con el deterioro económico que ha dejado la crisis económica y los recortes impuestos por la JCF, el futuro de nuestros atletas es cada día más incierta.
Enlaces relacionados
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http://tintadigital.upra.edu/?p=20619
http://tintadigital.upra.edu/?p=22384