Senado pone lupa sobre el deporte infantil

Marlón López: Video, Guión y Edición.

Camila Badillo: Texto, Guión y Narración.

Naboiris Torres: Texto y Edición

En Puerto Rico, el deporte es más que una actividad extracurricular: es una pasión que se hereda, se vive y se respira desde la infancia. Desde edades tempranas, niños y niñas se integran a ligas, clubes y torneos con la ilusión de desarrollar su talento y, ¿por qué no, aspirar a llegar a lo más alto?. Sin embargo, detrás del entusiasmo por competir y ganar, se están levantando banderas rojas sobre lo que realmente está pasando con nuestra niñez en el deporte.

La senadora Jamie Barlucea ha decidido actuar ante esta preocupación, presentando una resolución para investigar el cumplimiento del Reglamento 9179, titulado oficialmente como “Reglamento para la Protección de los Menores en el Deporte: Principios para la Participación Deportiva en las Categorías Menores”. Este reglamento, vigente desde junio de 2020, fue creado con el fin de establecer normas claras para garantizar la seguridad, la salud y el desarrollo integral de menores de entre 5 y 18 años que participan en actividades deportivas organizadas.

Preocupación que no se debe ignorar

¿Por qué es necesario fiscalizar un reglamento que ya existe? En la práctica, muchos de sus principios se están ignorando. Lesiones frecuentes, entrenamientos sin descanso, presión competitiva y una creciente interferencia con el tiempo familiar y académico son parte de una realidad que viven muchos niños y jóvenes en el deporte puertorriqueño.

Según la senadora Barlucea, “la participación de menores en el deporte debe estar guiada por principios pedagógicos y de desarrollo humano, no por intereses económicos ni metas competitivas desproporcionadas”. Su preocupación no es aislada: estudios de la Academia Americana de Pediatría han confirmado que el exceso de entrenamiento y competencias sin periodos adecuados de recuperación puede causar serias consecuencias físicas y emocionales en menores. Entre ellas, fracturas por estrés, lesiones musculares, daños tendinosos y el temido burnout, o agotamiento físico y mental.


Una práctica que se ha vuelto negocio

Otra de las inquietudes que ha provocado esta investigación es la creciente comercialización del deporte infantil. Hoy día, en muchos casos, las ligas y torneos parecen estar más enfocadas en generar ingresos que en el desarrollo real de los atletas. Hay niños que juegan hasta tres partidos en un mismo día, en competencias prolongadas que no siempre cuentan con personal médico, ni con criterios técnicos para evaluar si el menor está física y emocionalmente preparado para participar.

El Reglamento 9179, en teoría, atiende estos asuntos: establece límites razonables a la cantidad de competencias, exige que los entrenadores estén capacitados en seguridad y salud infantil, y promueve programas deportivos adecuados a la etapa de desarrollo de cada niño. El problema es que su aplicación ha sido, en muchas ocasiones, inexistente.

Fiscalizar para corregir

La resolución presentada por la senadora Barlucea busca identificar qué entidades están cumpliendo con lo establecido en el reglamento, y qué mecanismos existen ( o deberían existir) para garantizar su cumplimiento. Se trata de una oportunidad para actuar con seriedad, antes de que las consecuencias sean aún mayores.

Una de las propuestas que se discute es la creación de un ente regulador dentro del Departamento de Recreación y Deportes, con la responsabilidad de fiscalizar, auditar y sancionar a las organizaciones deportivas que incumplan con la normativa. También se plantea la implementación de un sistema de certificación obligatoria para entrenadores, donde no solo se les evalúe por su conocimiento técnico, sino por su preparación en desarrollo infantil y salud física y emocional.

Foto tomada por Marlón López.

Recuperar el equilibrio

La práctica deportiva debe ser parte de una niñez equilibrada, donde haya tiempo para estudiar, compartir con la familia, descansar y jugar. Por eso, otro de los enfoques importantes de esta investigación es promover el establecimiento de límites en la carga física y mental que se impone a los menores. No se trata de eliminar la competencia, sino de manejarla con responsabilidad.

Además, se propone integrar profesionales de la salud (como fisioterapeutas, psicólogos deportivos y médicos)  en los torneos y programas deportivos, para asegurar que los menores reciban la atención necesaria y puedan desarrollar su potencial sin poner en riesgo su bienestar.

Y algo que no se puede dejar fuera: escuchar a los propios niños. Crear espacios donde puedan hablar de cómo se sienten dentro del deporte, sin miedo ni presión, puede ser una de las herramientas más poderosas para lograr un cambio real.

Foto tomada por: Marlón López

Deporte como herramienta, no como carga

El deporte debe formar, no fracturar. Debe inspirar, no agotar. Lo que está en juego no es solo el rendimiento, sino el bienestar de toda una generación de futuros ciudadanos, atletas o no.

La resolución presentada por la senadora Barlucea no pretende frenar el deporte, sino encaminarlo hacia donde siempre debió estar: al servicio del desarrollo saludable, emocional y físico de nuestros niños. El Reglamento 9179 es un buen comienzo, pero su impacto real dependerá de nuestra voluntad  ( como país ) de aplicarlo y mejorarlo.

Porque proteger a nuestros niños no es opcional. Es nuestra responsabilidad.

Author: Naboiris N. Torres CarmonaMi nombre es Naboiris N. Torres Carmona. Soy estudiante de Comunicación Tele-Radial, me encuentro en mi segundo año universitario. Además representó la UPRA en el deporte de fútbol. Me interesa los temas de interés social y siempre estoy dispuesta a aprender.

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