«Antes los veía de lejos y ahora soy parte de ellos»

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La prostitución masculina sigue siendo un tema tabú a pesar de que en los últimos años ha aumentado su incidencia, sobre todo en pueblos como San Juan y Arecibo. (Foto suministrada).

Por: Roderick Reyes Sanabria

En los últimos años ha aumentado significativamente la prostitución en Puerto Rico. Mucho se habla sobre el sector femenino que ofrece dinero a cambio de favores sexuales, pero muy poco sobre la prostitución masculina y homosexual. Según un reportaje de WAPA transmitido el año pasado, trece personas fueron detenidas por prostitución en Santurce y Rio Piedras; de esa cantidad, diez eran hombres. Además del área metropolitana, el municipio de Arecibo se considera una zona caliente donde prolifera la prostitución masculina homosexual, sobre todo en las calles aledañas al casco antiguo.

La siguiente historia narra el encuentro con uno de estos hombres, quien a pesar de considerarse heterosexual, es un joven adicto quien vende su cuerpo a hombres para alimentar su vicio de drogas.

¿Cuál es tu nombre y cuántos años tienes?

“Me llamo David y tengo 24 años”.

¿Es tu nombre real o lo inventaste para dirigirte a los clientes?

“No, la realidad es que no gano nada con mentirle a los clientes, pierdo su credibilidad y confianza y no es lo que me conviene. Le digo mi nombre real y ya”.

¿Cómo te enteraste de los servicios y cuánto tiempo llevas aquí?

“Llevo 3 años sirviendo favores sexuales a hombres y lo sé desde siempre (que existe este prostíbulo callejero). Me crié cerca de aquí y de pequeño sabía que se prostituían”.

¿Los servicios son para hombres y mujeres?

“No, solo vendo sexo a hombres nada más, con la excepción de una pareja de hombre y mujer que vienen para que yo los entretenga y les dé sexo; pero aparte de ellos, nadie más”.

¿Te consideras homosexual?

“La realidad (es que) me gustan las mujeres; me considero straight, pero también tengo sexo con hombres”.

¿Qué días se trabaja aquí?

“Todos los días, en las noches particularmente”.

¿Hay mujeres también que se prostituyen?

“No, aquí todos somos hombres y damos servicio a hombres. Pero ya no quedamos muchos, la mayoría están presos por estar robando y cargando drogas encima. Le robaban a los mismos clientes, andaban con armas y los cogieron a todos, les dieron unos años largos”.

¿Has pasado por alguna situación complicada con la ley?

“Sí, la más reciente hace dos semanas, me cogieron aquí mismo. Me pegaron del poste, verificaron que no tuviera nada encima, discutieron conmigo y me dieron una cita; pero no sé qué pasa allá, porque yo nunca voy a las citas”.

Y con los clientes, ¿has tenido algún percance o situación incómoda?

“Claro, me han asaltado, me han secuestrado, me han golpeado… Aquí tienes que estar preparado para cualquier situación; todo el tiempo ocurren diferentes problemas y tienes que estar acostumbrado a lidiar con ellos. Lo más fuerte para mí fue cuando me asaltaron cuatro veces corridas para quitarme el dinero y yo insistía que no tenía nada; mi única defensa era salir corriendo, no suelo andar armado para que mis clientes no piensen que voy a robarle o si me voltea un guardia no tener problemas”.

Después de todo, ¿por qué sigues aquí?

“Mira, de verdad no es fácil, pero sigo aquí por el vicio. Yo nunca pensé prostituirme, pero la necesidad me trajo. Antes los veía de lejos y ahora soy parte de ellos. Si dejara el vicio, yo dejo esto, pero sino, no hay de otra”.

¿A qué nivel de escolaridad llegaste?

“Llegué hasta grado séptimo, luego cogí un examen y ahora tengo noveno, pero nunca estudié más. Por eso no he podido conseguir trabajo; mi única fuente de ingreso es mi cuerpo”.

Si el cliente te pide alguna sustancia ilegal, ¿como haces para satisfacerlo o evadirlo?

“Nunca tengo drogas encima, no voy a buscarme problemas o caer preso por eso, lugares hay demás para consumir drogas. Yo solo doy sexo”.

Dentro del oficio y las horas de trabajo, ¿te has encontrado personas conocidas, poderosas, figuras públicas o famosos solicitando el servicio?

“Sí, es más común de lo que crees, por mi bien no debo decir nada sobre su identidad, pero sí he estado con personas conocidas, hasta vecinos vienen aquí. Cuando me ven se sorprenden, pero aun así no dejan de buscarme. Soy uno de los más solicitados por ser joven. Siempre uso protección y me cuido lo más que pueda; los clientes se fijan mucho en la apariencia física”.

¿Cómo opera la industria de la prostitución?

David no quiso ofrecer más información acerca de las tarifas, el número de clientes que atiende por noche, el rol  que ejecuta en la intimidad, cuánto tiempo lleva operando el lugar, entre otros asuntos. Sin embargo, comentó acerca de los varios modos en que opera la industria de la prostitución en el norte de la isla. El negocio de los burdeles y «night clubs», el de las «call girls o boys»- a quienes los clientes consiguen por teléfono- , el de las mujeres y hombres inmigrantes que se prostituyen, y el de los usuarios de drogas, cuyo objetivo es obtener dinero para mantener su hábito- son algunos de ellos.

“Las características principales de los profesionales del sexo es que son solteros, poseen educación de nivel secundario, son puertorriqueños, viven con un familiar cercano, fueron criados por la figura materna y prefieren ofrecer sus servicios sexuales en la calle. A la hora de prostituirse, los hombres prefieren a los profesionales y las mujeres a las personas mayores. Muchos han confrontado problemas con la ley, poseen un promedio de tres años activos en la prostitución, han sido maltratados físicamente o abusados sexualmente en la niñez por personas conocidas, usan alcohol y/o son adictos», según expresado por Edwin J. Asencio Pagán en su tesis doctoral defendida en la Universidad Complutense de Madrid en 2005

Causas

Las causas principales o razones para que una persona se prostituya son:

  1. Falta de recursos económicos
  2. Ausencia de valores inculcados y la moral
  3. Bajo nivel educativo
  4. Desintegración familiar
  5. Sentimientos de abandono e inferioridad
  6. Incapacidad de establecer relaciones satisfactorias y heterosexuales
  7. Deficiencia mental

Efectos o consecuencias

En la mayor parte de las veces las consecuencias por prostitución son drásticas y cambian por completo la cotidianidad de la vida.

  1. Enfermedades venéreas tales como VIH, herpes vaginal,  gonorrea, etc.
  2. Conllevan a adicciones como drogadicción y alcoholismo
  3. Precipita la debilidad mental
  4. Rechazo social
  5. Infracción a la ley
  6. Embarazos no deseados
  7. Familias desintegradas

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Roderick Reyes (roderick.reyes@upr.edu)
Author: Roderick Reyes (roderick.reyes@upr.edu)Estudiante de Periodismo y Relaciones Publicas (Roderick.reyes@upr.edu)

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